
Un ataque aéreo del ejército de Sudán contra el aeropuerto de Nyala, controlado por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), dejó al menos 40 mercenarios colombianos muertos y destruyó un presunto avión militar emiratí, según autoridades sudanesas y asesores rebeldes.
La acción forma parte de una ofensiva mayor contra la creciente influencia extranjera en la guerra civil que asola al país desde 2023.
El gobierno sudanés acusó a los Emiratos Árabes Unidos de armar a las FAR, que han convertido el aeropuerto civil en un centro de contrabando de armas.
La televisión estatal describió el ataque como una “nueva fórmula de disuasión” frente a injerencias foráneas. Emiratos no comentó los hechos.
La muerte de los colombianos, contratados por una empresa privada, fue confirmada por Naciones Unidas y ha sido reconocida por el presidente colombiano Gustavo Petro, quien ordenó una investigación.
El episodio refleja la internacionalización del conflicto, con mercenarios y armas cruzando fronteras con impunidad.
Mientras tanto, las FAR mantienen el asedio total a el-Fasher, último bastión del ejército en Darfur del Norte.
Organismos humanitarios reportan ataques a civiles y sitios religiosos. La guerra ha dejado más de 14 millones de desplazados y miles de muertos, en un conflicto que ya es investigado por crímenes de guerra.