0
0
Con la entrada en vigor este 7 de agosto del nuevo paquete arancelario promovido por el presidente Donald Trump, Estados Unidos oficializa un endurecimiento generalizado de su política comercial.
Las medidas incluyen alzas y ajustes tarifarios aplicables a más de 60 países, con el objetivo declarado de reducir el déficit comercial estadounidense. Este nuevo esquema impone una tasa mínima del 15 % a naciones con balanza comercial negativa y del 10 % a las que mantienen superávit con Washington.
Los cambios llegan tras el vencimiento de una prórroga de negociaciones con múltiples socios, entre ellos la Unión Europea, China, Corea del Sur y Japón, con quienes Estados Unidos logró acuerdos parciales. Entre las excepciones destacan México, que obtuvo una prórroga de 90 días, y Canadá, que ya enfrenta un incremento del 25 al 35 %.
El caso de Brasil sobresale: Trump impuso un arancel del 50 % en represalia por el presunto “trato injusto” contra Jair Bolsonaro. India, además de un impuesto del 25 %, enfrentará otro 25 % por su comercio energético con Rusia.
China, por su parte, logró una tregua: se rebajaron recíprocamente los aranceles mientras se negocia un pacto definitivo que deberá cerrarse antes del 12 de agosto.
Las medidas han sido calificadas por la Casa Blanca como un acto de justicia económica. No obstante, organismos internacionales advierten que esta nueva ofensiva comercial podría tener efectos disruptivos sobre el comercio global y generar represalias en cadena.
