
La instalación de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación abrió un capítulo inédito en la vida institucional de México.
Hugo Aguilar Ortíz, primer presidente electo por voto popular, afirmó que el Poder Judicial será austero, cercano al pueblo y garante de certeza jurídica.
Ante la presidenta Claudia Sheinbaum, el ministro mixteco anunció recortes a privilegios, eliminación de seguros privados y ajuste de pensiones para ministros en retiro, con lo que busca ahorrar 300 millones de pesos anuales.
Aguilar defendió la independencia del tribunal, aunque subrayó que habrá diálogo respetuoso con los otros poderes.
La apertura simbólica de puertas, la toma de bastones de mando indígenas y la asistencia de las máximas autoridades dieron marco a una ceremonia que prometió reconciliar justicia y sociedad, en contraste con el distanciamiento que marcó a la Corte en la administración pasada.