
El combate al huachicol fiscal ha dejado un saldo mortal: al menos siete funcionarios y marinos han perdido la vida en circunstancias ligadas a esta red.
Entre ellos se cuentan cuatro oficiales navales, tres exfuncionarios de la FGR y un exintegrante de la Agencia Nacional de Aduanas.
El capitán Adrián Omar del Ángel Zúñiga murió en un presunto accidente en Sonora, mientras que otros casos revelan asesinatos, secuestros y aparentes suicidios de altos mandos.
Estos hechos han sido vinculados a investigaciones contra redes de corrupción en puertos estratégicos, como Manzanillo y Altamira.
Las muertes reflejan la capacidad de los grupos dedicados al tráfico de combustibles ilegales para infiltrar estructuras estatales y neutralizar a quienes obstaculizan sus operaciones.
Los vínculos alcanzan tanto a la Marina como a la FGR, configurando una espiral de violencia que mina la confianza en las instituciones.