
Read Time:51 Second
El 16 de septiembre de 1973, apenas días después del golpe militar encabezado por Augusto Pinochet, el cantautor chileno Víctor Jara fue asesinado tras ser detenido y torturado en el Estadio Chile, hoy renombrado en su memoria.
Su muerte, a los 40 años, se convirtió en uno de los símbolos más dolorosos de la represión dictatorial.
Jara, reconocido por su vínculo con la Nueva Canción Chilena, había unido la música con la denuncia social, dando voz a campesinos, obreros y sectores marginados.
Su ejecución buscó acallar una corriente cultural que incomodaba al régimen, pero terminó proyectando su legado a nivel internacional.
Durante décadas, su familia y seguidores lucharon por justicia. Recién en años recientes, tribunales chilenos dictaron sentencias contra militares responsables de su asesinato, marcando un hito en la memoria histórica del país.
A más de medio siglo, la figura de Víctor Jara sigue siendo referente de resistencia y compromiso social, recordado como un artista cuya guitarra fue convertida en símbolo de libertad.