
En conferencia de prensa, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fijó su postura frente a los grandes empresarios al descartar cualquier “mesa de diálogo” para negociar impuestos con Ricardo Salinas Pliego. Señaló que esas prácticas pertenecen a otra época y ratificó que no habrá acuerdos “en lo oscurito”.
La procuradora fiscal, Grisel Galeano, detalló que existen nueve casos en revisión ante la Suprema Corte, derivados de un abuso en la figura de consolidación fiscal.
Sheinbaum subrayó que la política de su gobierno es la equidad tributaria, lo que incluye el combate a empresas fachada y la propuesta de prisión preventiva oficiosa para factureras.
En materia de seguridad, destacó la reducción histórica de homicidios y defendió la gestión del caso Ayotzinapa, donde, afirmó, no habrá represión y sí compromiso con la justicia.
La presidenta también cerró filas en torno a figuras de su movimiento, como Adán Augusto López, a quien defendió frente a acusaciones de opacidad en su patrimonio, calificando las críticas como “politiquería”.
En contraste, sobre la designación de Vidulfo Rosales en la Suprema Corte, se deslindó y reivindicó la autonomía judicial.
Finalmente, reforzó la narrativa social y exterior de su proyecto: destacó programas juveniles como los tequios y murales comunitarios, aseguró que México mantendrá relaciones comerciales estables con China y reiteró la defensa del patrimonio arqueológico nacional.
“México es pacifista por convicción”, afirmó, proyectando un gobierno de firmeza fiscal y cautela política.
