
Un avance tecnológico denominado PRIMA chip, consistiendo en un microchip fotovoltaico de 2 mm implantado tras la retina y combinado con gafas de realidad aumentada, ha logrado que más del 80 % de los participantes en un ensayo clínico de 38 adultos mayores con degeneración macular asociada a la edad (DMAE) recuperaran la capacidad de leer y reconocer formas.
El dispositivo convierte las imágenes captadas por cámara en luz infrarroja que estimula eléctricamente neuronas retinianas remanentes, integrándose con la visión periférica del paciente.
Los resultados suponen un hito en la oftalmología: por primera vez se consigue restaurar la visión central en individuos que habían perdido funcionalidad irreversiblemente.
Se reportó buena tolerancia al implante, aunque se registraron efectos secundarios leves (como hipertensión ocular y pequeñas hemorragias) que en su mayoría se resolvieron.
La tecnología abre la puerta a que los adultos mayores con DMAE recuperen autonomía, calidad de vida y esperanza visual, y anticipa próximas versiones con mayor resolución y detalle cromático.
