
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió durante la COP30 que la inacción frente al cambio climático constituye una “negligencia mortal”.
Señaló que el mundo está cerca de superar el umbral de 1.5 °C de calentamiento global, lo que podría provocar efectos irreversibles.
Guterres enfatizó que los países más pobres, los que menos contribuyen al problema, serán los más afectados por los fenómenos extremos.
Exigió compromisos reales de reducción de emisiones y mayores inversiones en adaptación para proteger vidas y economías.
Denunció que las emisiones aumentaron 2.3% el año pasado y advirtió que la humanidad se acerca a una “línea roja”.
Su mensaje fue contundente: el costo de no actuar será medido en hambre, migraciones y vidas perdidas.
