
El incendio del Palacio Municipal de Apatzingán, ocurrido la noche del lunes, dejó al descubierto no sólo la furia social por el asesinato de Carlos Manzo, sino también un trasfondo político que apunta al exdiputado perredista Francisco “Paco” Huacus.
Diversas fuentes locales señalan que detrás de las protestas estaría su mano, aprovechando el clima de indignación para proyectarse como figura visible en la región.
Los manifestantes, inicialmente congregados en una marcha pacífica, terminaron lanzando piedras, forzando el acceso al edificio y prendiéndole fuego al mobiliario y a las ofrendas del Día de Muertos.
La ausencia de cuerpos de seguridad permitió que el daño se extendiera por varios minutos. Mientras tanto, la viuda de Manzo, Grecia Quiroz, llamó a mantener las movilizaciones por la vía pacífica.
Días antes, Huacus había confirmado su interés en encabezar la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, luego del homicidio de Bernardo Bravo, y esto porque, dice, ellos lo habrían buscado.
Sin embargo, la situación despierta sospechas de oportunismo, en un contexto donde la violencia ha tenido lugar y hay voces pidiendo que no se mezclen con la tragedia.


