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Rusia y China expresaron su respaldo al gobierno de Venezuela tras el bloqueo impuesto por Estados Unidos a embarcaciones petroleras, una medida que ambas potencias calificaron como un acto de presión unilateral con potencial desestabilizador para la región. Moscú advirtió que cualquier escalada militar podría generar consecuencias graves en el Caribe y América Latina.
El Kremlin informó que mantiene comunicación constante con Caracas y subrayó que las acciones de Washington incrementan el riesgo de un conflicto mayor. En la misma línea, el gobierno chino manifestó su rechazo a las intimidaciones y sanciones extraterritoriales, al considerar que vulneran el principio de soberanía nacional.
El posicionamiento de Rusia y China se suma a las críticas internacionales contra el uso de bloqueos económicos y amenazas militares como instrumentos de política exterior. Ambas naciones insistieron en la necesidad de privilegiar el diálogo y las soluciones diplomáticas.
Este respaldo consolida una alianza estratégica que fortalece la posición de Venezuela frente a las presiones estadounidenses y redefine el equilibrio geopolítico en la región.
