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Como parte de la modernización administrativa, el Gobierno de Michoacán ha implementado un nuevo sistema de cobro digital que permite a los contribuyentes realizar pagos de manera rápida y segura a través de plataformas en línea.
Esta medida forma parte de un esfuerzo más amplio para optimizar la recaudación estatal y reducir el uso de efectivo en trámites gubernamentales.
Sin embargo, la transición hacia el cobro digital ha generado rechazo por parte del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (STASPE), cuyos integrantes han realizado manifestaciones en distintas dependencias gubernamentales.
El gremio exige que se mantenga la opción de pago en efectivo para los ciudadanos, argumentando que el nuevo sistema podría afectar la estabilidad laboral de los trabajadores encargados de la recaudación presencial.
Las autoridades estatales han reiterado que la digitalización de los pagos no busca desplazar a los empleados sindicalizados, sino mejorar la transparencia y eficiencia en la administración pública.
Además, han señalado que el cobro digital reduce riesgos de corrupción y facilita a los contribuyentes realizar sus pagos sin necesidad de acudir físicamente a las oficinas, optimizando tiempos y costos operativos.
La modernización de los sistemas de pago es una tendencia en diversas entidades del país y responde a la necesidad de adaptar la administración pública a las exigencias de la era digital.
Mientras el Gobierno de Michoacán defiende esta medida como un paso necesario para la transformación del estado, el STASPE mantiene su postura de oposición, generando un debate sobre los desafíos de la transición tecnológica en el ámbito gubernamental.
