
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció una nueva política de restricción de visados dirigida a funcionarios de gobiernos extranjeros y otras personas consideradas responsables de facilitar la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.
La medida se centrará en funcionarios de inmigración, aduanas, aeropuertos y autoridades portuarias de otros países, así como en individuos que “faciliten a sabiendas el tránsito de extranjeros con intención de inmigrar ilegalmente a Estados Unidos a través de la frontera suroeste”, según un comunicado de Rubio.
El Departamento de Estado sancionará tanto la “falta de aplicación de las leyes migratorias” como “la implementación de políticas y prácticas que faciliten deliberadamente” dicho tránsito.
Washington ya sanciona a empresas privadas que presten servicios de transporte diseñados principalmente para inmigrantes ilegales.
La administración Trump ha prometido una operación de expulsión masiva de migrantes en situación irregular y ha declarado una emergencia nacional en la frontera con México, argumentando que el país enfrenta una “invasión” y que los países deben cumplir su parte para prevenir la inmigración ilegal hacia territorio estadounidense.