
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha arrestado a más de 32 mil inmigrantes indocumentados en Estados Unidos desde el 21 de enero, según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
La cifra representa un aumento considerable en comparación con el mismo periodo bajo la administración anterior.
En los primeros 50 días, los operativos del ICE se han centrado en el Programa de Extranjeros Criminales, la iniciativa 287(g) y operativos generales.
Entre los detenidos, más de 14 mil tienen condenas penales, mientras que casi 10 mil enfrentan cargos pendientes y más de mil son presuntos pandilleros.
No obstante, más de 8 mil 700 fueron arrestados únicamente por infracciones migratorias, sin antecedentes criminales.
El director interino del ICE, Todd Lyons, declaró que la agencia ha retomado su “misión principal” de arrestar a quienes violan las leyes migratorias y ha eliminado la práctica de “capturar y liberar”.
Ante el aumento de detenciones y la sobrepoblación en los centros de detención, el ICE está ampliando su capacidad mediante acuerdos con otras agencias federales y ha solicitado más fondos al Congreso.
La intensificación de las políticas migratorias se refleja también en la aprobación por parte de la Cámara de Representantes de la “Ley Laken Riley”, que permitiría la deportación de migrantes indocumentados por delitos menores.
Además, el gobierno lanzó la aplicación CBP Home, que incluye una función de “autodeportación”.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por la detención de inmigrantes sin antecedentes criminales y por las condiciones en los centros de detención.