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El concepto tradicional de pareja está evolucionando, dando paso a nuevas formas de relación como las llamadas “Only Weekend Couples” (OWC), donde los encuentros se limitan a los fines de semana.
Expertos señalan que, si bien esa modalidad puede resultar atractiva, presenta problemas importantes relacionados con las expectativas y la comunicación.
La popularidad de las OWC responde a la dificultad de conciliar trabajo, obligaciones familiares y vida amorosa.
En un contexto donde el tiempo es un bien escaso, algunas personas optan por relaciones que no exigen una dedicación diaria, sino conexiones intensas en momentos específicos.
Sin embargo, la disparidad en las expectativas es uno de los principales riesgos de dichas relaciones; mientras que un miembro puede ver el OWC como una fase transitoria hacia un compromiso mayor, el otro podría considerarlo el estado ideal, lo que genera frustración y conflictos.
La clave radica en una comunicación clara sobre los límites y las expectativas, para evitar malentendidos y garantizar que ambas partes estén en la misma sintonía.
Hoy en día, no todas las parejas aspiran a la convivencia permanente o a un proyecto común a largo plazo, algunas prefieren mantener su independencia, ya sea por elección personal o por las complejidades de la vida moderna.
Independientemente de la cantidad de horas compartidas, es importante encontrar tiempo de calidad juntos, más allá de las obligaciones cotidianas.
Además, la monogamia tradicional ya no es la única opción, sino una experiencia más entre otras posibles; el verdadero desafío reside en definir qué tipo de compromiso se está dispuesto a asumir y cómo se negocian las expectativas dentro de la relación.
