
El consumo de cigarros ilegales en México se ha disparado, representando ya el 20 % del mercado nacional, lo que equivale a 14 millones de los 70 millones de cigarrillos que se fuman diariamente en el país.
Así lo revela el reporte “Cigarros ilegales y crimen organizado” de El Colegio de México, que advierte sobre la participación de grupos delictivos en el contrabando y comercialización de esos productos.
La investigación señala que el 90 % de los cigarros ilegales provienen principalmente de Emiratos Árabes Unidos, Vietnam, Suiza, India, Corea del Sur y China; no obstante, también se ha detectado producción local en el Estado de México, Campeche y la Ciudad de México.
Estudios del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) indican un crecimiento del 140 % en menos de una década en ocho ciudades mexicanas.
El investigador de El Colegio de México, Gerardo Esquivel, subraya que el fenómeno ya supera las estimaciones iniciales de las empresas tabacaleras formales.
Además, identifica cuatro tipos de comercialización ilegal: contrabando, falsificación, producción ilegal y subreporte de producción por empresas legalmente constituidas.
Se estima que por cada cajetilla ilegal vendida, el erario pierde 27 pesos. Considerando las ventas de cigarros ilegales, la pérdida fiscal anual podría ascender a 13 mil millones de pesos solo por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
El reporte también alerta sobre los peligros para la salud asociados al consumo de cigarros ilegales, que carecen de controles y pueden contener sustancias tóxicas desconocidas.