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El estadio de Anoeta, en Donostia, se convirtió en el epicentro de una manifestación cultural y política durante el “akelarre antifascista” de Fermín Muguruza, al que asistieron más de 30 mil personas.
Pese a la intensa lluvia, el público se mantuvo firme en su apoyo al músico vasco, en un espectáculo que combinó música, militancia y solidaridad con la causa palestina.
Más allá de conmemorar 40 años de carrera artística, Muguruza convirtió su concierto en una proclama contra el fascismo, el racismo, el machismo y otras formas de opresión.
El repertorio incluyó 38 canciones seleccionadas de cada una de sus etapas, desde Kortatu hasta sus más recientes colaboraciones.
Uno de los momentos más simbólicos de la noche fue la multitudinaria muestra de apoyo a Palestina.
Las gradas se llenaron de banderas palestinas y gritos en favor de la autodeterminación del pueblo árabe, lo que sumó carga política a un evento ya de por sí combativo.
El artista anunció que su gira de aniversario incluirá un nuevo “akelarre” el próximo 14 de agosto en Irún, su ciudad natal.
La cita fue confirmada por el ayuntamiento local y promete una jornada igualmente significativa.
