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A lo largo de más de siete décadas, México e Israel han sostenido una relación diplomática marcada por la cooperación en materia comercial, tecnológica y de seguridad, pero también por episodios de tensión.
Desde que se establecieron formalmente los vínculos en 1952, los gobiernos de ambos países han mantenido un diálogo constante.
Sin embargo, diferencias políticas como el respaldo de México a la resolución de 1975 que equiparaba al sionismo con el racismo, generaron una ruptura simbólica que solo se resolvió en 1991 con la revocación de dicha postura ante la ONU.
En años recientes, uno de los puntos más delicados en la agenda bilateral ha sido el caso de Tomás Zerón de Lucio, exfuncionario mexicano implicado en la alteración de pruebas en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y en la adquisición del software espía Pegasus.
Zerón se encuentra en Israel, donde ha solicitado asilo político, lo que ha impedido su extradición a México.
Esta situación ha sido denunciada por colectivos de derechos humanos y ha generado fricciones entre ambos gobiernos, aunque sin llegar a una ruptura diplomática.
Otro factor que ha tensado la relación es el conflicto en Gaza. Desde octubre de 2023, la ofensiva militar de Israel sobre territorio palestino ha sido condenada por México, que ha pedido el cese al fuego, el respeto al derecho internacional humanitario y el acceso urgente a ayuda humanitaria.
La postura del gobierno mexicano ha sido crítica pero institucional, optando por la vía diplomática y multilateral, sin romper formalmente relaciones con el Estado israelí.
En este panorama, la relación México–Israel atraviesa un momento complejo. Si bien persiste la cooperación en diversos frentes, también se acumulan exigencias por parte de la sociedad civil mexicana en torno a los derechos humanos, tanto por el caso Ayotzinapa como por la situación humanitaria en Gaza.
El reto para la diplomacia mexicana es mantener el equilibrio entre el respeto a los principios éticos y el interés por preservar una relación bilateral de largo aliento.
