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Amandititita, figura de la anarcumbia mexicana, abre su intimidad en el libro “Un día contaré esta historia”, una obra testimonial que surge de una promesa hecha a sí misma: si sobrevivía a la oscuridad, escribiría su vida.
En entrevista con la agencia EFE, la cantante y escritora reveló que su personaje nació del dolor: fue su respuesta a una voz anulada, a una infancia marcada por el duelo, el abandono y la búsqueda de identidad.
Hija del cantautor Rockdrigo González, fallecido en el sismo de 1985, y de Mireya Escalante, cuya vida se vio apagada por el alcohol, Amanda narra desde la niña solitaria que leía a Herman Hesse, hasta la mujer que aprendió a perdonar para seguir viva.
“Ya no tengo que gritar, porque ahora puedo escribir”, afirma, consciente de que su literatura, a diferencia de su música, ya no puede refugiarse en el humor para resistir.
La obra consta de 76 capítulos y evita deliberadamente lo “amarillento”, pues considera que muchos medios solo buscan lo escabroso. Amandititita, sin embargo, insiste en hablar del abandono, del perdón y de cómo sobrevivir.
La cantante reconoce que ha pensado en renunciar a los escenarios para dedicarse a escribir, pero su personaje también la sostiene: “no puedo, así que ni modo a la mugre”, bromea.
Actualmente trabaja en una colaboración con Dani Flow para acercar temas de salud mental a públicos jóvenes.
“Si antes el punk era desafiar al sistema desde el exceso, ahora resistir es hablar de salud emocional. Esa es la nueva rebeldía”, concluye. Amandititita, la artista, la autora, vuelve a alzar la voz, ahora desde el papel.
