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Ante la creciente tensión en Medio Oriente, el gobierno chino urgió a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos diplomáticos para evitar el cierre del estrecho de Ormuz, una de las rutas marítimas más estratégicas del planeta.
La advertencia se produce luego de que el Parlamento iraní propusiera bloquear este paso clave como represalia por los recientes bombardeos estadounidenses a instalaciones nucleares en territorio iraní.
Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Exteriores de China, subrayó este lunes que la estabilidad en el Golfo Pérsico es de interés global.
“El estrecho de Ormuz es un conducto esencial para el comercio internacional de energía; su seguridad es responsabilidad compartida de toda la comunidad internacional”, declaró.
Por este corredor marítimo transita aproximadamente el 20 % del petróleo y gas transportado por vía marítima en el mundo.
La propuesta de Irán aún debe ser aprobada por su Consejo Supremo de Seguridad Nacional, pero su sola mención ha encendido alarmas entre actores internacionales.
Pekín ha reiterado su llamado a la desescalada, subrayando que “la paz y la estabilidad regionales son condiciones esenciales para el crecimiento económico global”.
En paralelo, China junto con Rusia y Pakistán, ha presentado una resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU exigiendo un alto el fuego inmediato e incondicional entre Irán, Israel y Estados Unidos.
Para Beijing, contener la crisis antes de que afecte severamente al suministro global de energía es una prioridad diplomática urgente.
