
El presidente Donald Trump declaró emergencia federal en Texas debido a las devastadoras inundaciones que han dejado al menos 70 muertos y un número indeterminado de desaparecidos.
La medida permite la activación de recursos federales para reforzar las labores de rescate en las zonas más afectadas.
El condado de Kerr es el más golpeado, con 59 víctimas mortales, entre ellas 21 menores de edad. Equipos de rescate trabajan sin descanso para localizar a 11 menores desaparecidos en el área de Camp Mystic.
Más de 850 personas han sido evacuadas y se han realizado más de 160 rescates, algunos de ellos por vía aérea.
El Servicio Meteorológico Nacional reportó que en sólo 12 horas cayeron más de 30 centímetros de lluvia, provocando el desbordamiento del río Guadalupe a niveles históricos.
El gobernador Greg Abbott solicitó la declaración federal y proclamó un día nacional de oración en memoria de las víctimas. Se teme que el número de muertos aumente en las próximas horas.