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La incautación de una avioneta con cocaína en Colima detonó un inesperado conflicto diplomático entre México y El Salvador. Omar García Harfuch, titular de Seguridad federal, afirmó que la aeronave procedía de espacio aéreo salvadoreño, lo que fue desmentido por el presidente Nayib Bukele.
Bukele exigió una aclaración pública tras asegurar que los radares salvadoreños no registraron ningún ingreso de la aeronave a su territorio.
Según el mandatario, el avión habría sido detectado inicialmente en Costa Rica y su ruta no incluyó espacio aéreo de El Salvador, lo que cuestiona la versión mexicana.
García Harfuch defendió la actuación de las autoridades mexicanas basándose en información de radares del CENAVI.
Pese a ello, Bukele insistió en que no existía evidencia concluyente y reveló las identidades de los detenidos, todos de origen mexicano.
El episodio expone la fragilidad de la cooperación regional en materia de narcotráfico y los riesgos de enfrentar operativos sensibles sin información plenamente corroborada.
