
Tras casi seis años y medio al frente de la Fiscalía General del Estado de Michoacán, Adrián López Solís presentó su renuncia argumentando la necesidad de abrir paso a un relevo que permita fortalecer las capacidades institucionales y atender con mayor eficacia la creciente demanda social de justicia.
Durante su gestión, Adrián López Solís fue criticado por su cercanía con el exgobernador Silvano Aureoles y su participación en la violenta represión en Arantepacua, que dejó muertos y heridos sin que se hiciera justicia. Su administración también fue señalada por el aumento de desapariciones, impunidad ante el narcotráfico, corrupción interna en la Fiscalía y presuntas manipulaciones en escenas del crimen.
Su salida será efectiva a partir del 20 de agosto, fecha en la que, dijo, concluirá el proceso de entrega-recepción.
“Al margen del periodo por el que fui electo, es el momento de generar las mejores condiciones que permitan reimpulsar los procesos de crecimiento y mejoramiento de las capacidades institucionales para hacer frente a la legítima demanda de justicia con más y mejores resultados”, señaló López Solís en un mensaje dirigido tanto a su equipo como a la ciudadanía.
El fiscal, nombrado por el exgobernador prófugo Silvano Aureoles Conejo en febrero de 2029, agradeció a agentes, peritos y personal administrativo su entrega y les pidió no claudicar en su labor diaria, recordando que el sistema de justicia se debe, en primer lugar, a las víctimas.
“Les ruego que continúen haciendo su mayor esfuerzo”, expresó. Asimismo, dedicó un mensaje de gratitud a las y los michoacanos por la confianza depositada durante su gestión.
Para sucederlo ya suena el nombre del actual secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, quien volvió a ese puesto tras contender por la alcaldía de Morelia en 2024.