
La audiencia judicial de Joaquín Guzmán López, conocido como “El Güero” e integrante de Los Chapitos, fue aplazada al 15 de septiembre en Chicago, donde enfrenta cinco cargos relacionados con narcotráfico, crimen organizado y lavado de dinero. Su defensa busca negociar un acuerdo de culpabilidad.
Este caso se vincula directamente con su hermano Ovidio Guzmán, quien también busca un trato judicial para reducir su condena. Ambos forman parte de la cúpula criminal heredada de su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La detención de Joaquín en El Paso, Texas, en julio de 2024, junto a la entrega de Ismael “El Mayo” Zambada, ha generado tensiones dentro del Cártel de Sinaloa.
Guzmán López busca beneficios penitenciarios a cambio de colaborar con las autoridades estadounidenses, siguiendo la estrategia de su hermano Ovidio.
Este giro evidencia el debilitamiento progresivo de Los Chapitos, mientras las autoridades intensifican la persecución contra los remanentes del cártel.
El aplazamiento refleja la complejidad del caso y la importancia de las negociaciones en curso. La caída de figuras clave como “El Güero” marca un hito en la lucha binacional contra el narcotráfico y expone las fracturas internas de una de las organizaciones criminales más poderosas de México.