
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, insinuó este miércoles su intención de buscar una cuarta candidatura presidencial en 2026.
Durante un acto en Mariana, estado de Minas Gerais, el mandatario de 78 años declaró que su proyecto aún no ha concluido y que está dispuesto a evitar el regreso de la extrema derecha al poder.
“Prepárense, prepárense porque este país no va a caer en manos de la extrema derecha”, afirmó ante simpatizantes, en una alusión directa al bolsonarismo y sus sectores afines.
Lula, quien ya gobernó entre 2003 y 2010 y regresó al poder en enero de 2023, destacó que su vida ha sido una sucesión de adversidades superadas.
Recordó su infancia marcada por la pobreza extrema y reivindicó sus logros como jefe del Ejecutivo.
“Dudo que haya un presidente que haya hecho la mitad de lo que hice por el pueblo”, expresó con tono enfático, subrayando su confianza en el impacto social de sus políticas públicas.
En su discurso, el mandatario alertó sobre los riesgos que enfrenta la democracia brasileña.
“Este país aprendió a gustar de la democracia y vamos a hacer que la democracia permanezca”, señaló, aludiendo sin nombrarlo al expresidente Jair Bolsonaro, actualmente inhabilitado por la justicia electoral, pero aún influyente en la derecha brasileña.
Lula reiteró su compromiso de impedir que Brasil vuelva a “derrumbarse bajo manos antidemocráticas”.
El mensaje, aunque no fue una confirmación oficial, dejó entrever claramente su disposición a competir nuevamente por la presidencia. Analistas interpretan sus palabras como el arranque simbólico de una futura campaña.
La eventual contienda Lula-Bolsonaro o con algún heredero político del exmandatario marcaría una nueva etapa de polarización en Brasil, con la democracia y el modelo económico como temas centrales del debate nacional.