
El Congreso de El Salvador aprobó una reforma constitucional que permitirá la reelección presidencial indefinida, amplía el mandato presidencial de cinco a seis años y elimina la segunda vuelta electoral.
La medida fue avalada por 57 de los 60 diputados, en su mayoría del oficialista partido Nuevas Ideas.
La reforma también adelanta el fin del actual mandato de Nayib Bukele, previsto originalmente para 2029, al 1 de junio de 2027, cuando se realizarán elecciones generales concurrentes.
El oficialismo defendió la reforma como un acto de “igualdad democrática” y de “reducción de costos”.
Sin embargo, la oposición la denunció como un golpe a la democracia. La diputada Marcela Villatoro (ARENA) sostuvo que la ley fue aprobada “de forma burda y cínica”, mientras que Claudia Ortiz (VAMOS) la consideró un intento por “perpetuar a un grupo en el poder”.
Organismos como Human Rights Watch y Cristosal han advertido que el país sigue una ruta autoritaria similar a la de Venezuela. La decisión se dio en un contexto de denuncias por represión a críticos y detenciones arbitrarias.
Bukele, ampliamente popular por su política de seguridad, no ha comentado sobre el cambio constitucional.