
Corea del Norte confirmó el despliegue de tropas en Rusia, afirmando que sus soldados participaron en operaciones para “liberar” la región de Kursk de las fuerzas ucranianas.
La agencia estatal de noticias Kcna informó que “subunidades de las fuerzas armadas” actuaron bajo las órdenes del jefe de Estado, en el marco de un tratado de defensa entre ambos países.
La confirmación llega días después de que Moscú admitiera la participación de fuerzas norcoreanas en el conflicto; sin embargo, agencias de inteligencia occidentales y de Corea del Sur habían anticipado este despliegue hace meses, estimando que Pyongyang envió unos 10 mil soldados a la región.
El líder norcoreano, Kim Jong-Un, elogió a los soldados como “héroes” y “representantes del honor de la patria”, anunciando la construcción de un monumento en la capital en reconocimiento a sus “hazañas de batalla”.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Corea del Sur condenó el despliegue, argumentando que viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Al reconocerlo oficialmente, (el Norte) ha admitido sus propias acciones criminales”, afirmó el portavoz ministerial surcoreano.
El rector de la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl, Yang Moo-jin, declaró a la Afp que “los dos países acordaron revelar el desplazamiento porque consideraron que los beneficios por el envío de soldados es más importante que el potencial daño a su imagen internacional”.