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Dean Cain, actor recordado por su papel de Superman en los años 90, anunció que se ha incorporado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos.
En un video difundido en redes sociales, Cain justificó su decisión aludiendo a su compromiso con la seguridad nacional, asegurando que su formación como agente del orden le permite contribuir más allá del ámbito del entretenimiento.
El anuncio ocurre en un contexto de creciente endurecimiento en las políticas migratorias bajo el gobierno de Donald Trump, quien ha intensificado redadas y promovido la contratación masiva de personal para agencias fronterizas.
En su mensaje, Cain elogió a ICE y repitió frases asociadas con la retórica trumpista, al referirse a ciertos migrantes como “personas muy peligrosas”.
La reacción en redes fue polarizada. Mientras sus seguidores conservadores lo felicitaron, otros lo acusaron de avalar prácticas represivas y xenófobas.
Cain también aprovechó su video para invitar a los estadounidenses a postularse a las vacantes en ICE, destacando el salario y los “beneficios” de formar parte del cuerpo.
La figura del actor se ha transformado en símbolo de la nueva narrativa republicana, que busca incorporar rostros populares a su aparato de seguridad y propaganda.
Su postura, sin matices, alimenta la polarización y expone la creciente conexión entre espectáculo y política en Estados Unidos.
