
Un estudio liderado por el profesor Liang Xinmiao del Instituto de Física Química de Dalian, en colaboración con la Universidad de Jiangnan, reveló que el deseo por el azúcar está íntimamente ligado a nuestra biología.
Publicado en la revista “Nature Microbiology”, el trabajo destaca el papel de un receptor llamado FFAR4, que responde a los ácidos grasos, en la regulación de la preferencia por el azúcar.
Los científicos analizaron muestras de sangre de 18 ratones con diabetes inducida y de 60 pacientes humanos con diabetes tipo 2, encontrando niveles reducidos de FFAR4 en las células sanguíneas de ambos grupos.
La disminución se asoció con un aumento en la preferencia por alimentos azucarados en individuos con mutaciones en ese receptor.
Además, identificaron que bajos niveles de FFAR4 en el intestino impactan la abundancia de una bacteria específica, Bacteroides vulgatus, y su metabolito principal, el ácido pantoténico (vitamina B5).
Intervenciones con Bacteroides vulgatus y ácido pantoténico en ratones mostraron una reducción del deseo por el azúcar, sugiriendo que la microbiota intestinal podría jugar un rol más directo en nuestras preferencias alimentarias.
El descubrimiento abre oportunidades para nuevas estrategias en el tratamiento de enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes tipo 2, mediante la activación del receptor FFAR4 o la manipulación de poblaciones de bacterias intestinales.
Los investigadores advierten, sin embargo, que se requieren más estudios clínicos para validar estas intervenciones en humanos.