
La captura de Jaciel Antonio “N” en Uruapan marcó un avance relevante en la investigación por el asesinato del alcalde Carlos Manzo. Las autoridades lo señalan como reclutador de dos personas que habrían participado directamente en el ataque.
Su operación se desarrollaba en centros de rehabilitación, donde presuntamente incorporaba a jóvenes a células delictivas. Esta modalidad, según fuentes estatales, facilitaba la captación de perfiles vulnerables para actividades de alto riesgo.
El operativo se realizó bajo el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, con apoyo de fuerzas federales. Su detención, afirma la autoridad, permitirá avanzar en la identificación de los autores materiales y los mandos que ordenaron el crimen.
La Fiscalía mantiene abiertas varias líneas de investigación y anticipa más arrestos. El caso se ha convertido en un punto de presión para reforzar la presencia institucional en Uruapan y cerrar el paso a estructuras criminales emergentes.
