
Cada 4 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Concientización sobre el Virus del Papiloma Humano (VPH), una de las infecciones de transmisión sexual más comunes en todo el mundo.
Con más de 200 tipos de virus identificados, la mayoría de las infecciones son asintomáticas y son eliminadas por el sistema inmune.
Sin embargo, ciertos tipos de VPH de alto riesgo pueden estar relacionados con cáncer, en particular el cervicouterino.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2019, el VPH causó aproximadamente 620 mil casos de cáncer en mujeres y 70 mil en hombres a nivel global.
La OMS advierte que una infección persistente por VPH puede desencadenar cáncer en diversas partes del cuerpo, incluyendo cuello uterino, vulva, vagina, boca, pene y ano.
Por ello, la vacunación se presenta como una herramienta esencial en la prevención, especialmente en niños y niñas de 11 a 12 años, según el Ministerio de Salud de la Nación, que destaca su capacidad para prevenir no solo el VPH, sino también enfermedades graves asociadas como las verrugas genitales y ciertos tipos de cáncer.
El cribado regular del cáncer cervicouterino, por medio del Papanicoláu y pruebas de VPH, es fundamental para detectar lesiones precoces y facilitar tratamientos oportunos.
A pesar de que la infección por VPH puede pasar desapercibida, sus consecuencias pueden ser graves, y es vital que las mujeres realicen chequeos ginecológicos periódicos.
Los expertos subrayan la importancia de la educación y la prevención, recordando que, si bien actualmente no existe un tratamiento específico para eliminar el VPH, las lesiones precoces pueden ser tratadas, y un diagnóstico a tiempo puede salvar vidas.