
La industria ganadera mexicana enfrenta pérdidas superiores a mil 300 millones de dólares por el gusano barrenador, plaga que se convierte en un nuevo frente de tensión comercial con Estados Unidos.
Mientras la presidencia mexicana celebra cifras récord de inversión extranjera directa por 34 mil 265 millones de dólares en la primera mitad del año, la amenaza sanitaria desata presiones proteccionistas en Washington.
El golpe a las exportaciones de ganado llega en medio de disputas arancelarias por acero, muebles y la crisis del fentanilo, lo que evidencia la vulnerabilidad del país pese a su crecimiento económico del 1.2% en el segundo trimestre.
En paralelo, México apuesta por fortalecer infraestructura con el Puerto del Norte en Matamoros, que busca convertirse en eje del comercio regional.
La plaga deja al descubierto un ajedrez económico donde cada movimiento redefine el futuro del T-MEC.