
A más de un mes del magnicidio en Michoacán, el lado oscuro de Carlos Manzo se ha comenzado a revelar. El edil que combatió frontalmente al crimen organizado también sostuvo relaciones directas con personajes políticos y organizaciones criminales.
En meses pasados, Carlos Manzo sorprendió a los uruapanenses con la renta y uso de un helicóptero cuyo origen no pudo comprobar.
Durante semanas alardeó sobre la aeronave, que finalmente fue ligada al empresario Valentín Rodríguez, cercano al hoy prófugo Silvano Aureoles Conejo. Tras ser exhibido y sin dar explicaciones dejó de usar la aeronave.
En solo un año adjudicó obras millonarias sin licitación a personajes como Isaac Meraz Monroy, alias “El Contador”, empresario ligado a los Caballeros Templarios y señalado desde el sexenio de Aldo Macías por extorsión, cobro de cuotas y vínculos con Enrique Plancarte y el “Pillo” Almazán.
El ayuntamiento le entregó contratos del DIF municipal, lo que derivó en desvío de recursos y saqueo institucional.
A esto se suman los vuelos privados contratados por Manzo, con costos de hasta 7 mil dólares por hora, y la compra de camionetas blindadas para uso personal, mientras la policía local enfrentaba emboscadas sin parque ni chalecos. Los únicos blindados eran él y sus escoltas.
Durante el sexenio de Silvano Aureoles Conejo, fue cuando Manzo alcanzó su auge político en Uruapan como uno de sus operadores políticos.
En 2025, Manzo fue fotografiado en Los Reyes, Michoacán, reunido con Alfonso Fernández Magallón, alias “Poncho La Quiringua”, líder de Cárteles Unidos.
El 29 de octubre de 2024, el periodista Mauricio Cruz Solís fue asesinado tras entrevistar en vivo a Manzo durante un incendio en el mercado Tariácuri.

Minutos antes había denunciado amenazas por parte de un diputado federal cercano al presidente municipal. La CEDH abrió una carpeta por hostigamiento sistemático a la prensa desde el ayuntamiento.
Lejos de mostrar solidaridad con el gremio periodístico y la ciudadanía, Manzo marcó su línea y se confrontó con la prensa local y estatal, a quienes responsabilizó de la tendencia de violencia y la percepción negativa.
Lo anterior le valió para ser señalado en múltiples ocasiones por el colectivo Ni Uno Más y Artículo 19 como un peligro para el ejercicio periodístico.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Michoacán, reveló que en solo un año, se registraron cinco quejas formales contra el Ayuntamiento de Uruapan en las que aparece el nombre de Carlos Manzo como autoridad responsable.

Los derechos vulnerados incluyen legalidad, seguridad jurídica, educación y trabajo. Cuatro de las cinco quejas fueron presentadas por mujeres. Los motivos: falta de pago, despido, no contratación y desistimiento.
Aunque algunas están concluidas, el expediente confirma que el presidente municipal aparece como responsable directo por su rol como máxima autoridad del gobierno local.
Y por si fuera poco, el municipio de Uruapan atraviesa una situación financiera delicada que compromete el pago de salarios y aguinaldos de su plantilla laboral.
De acuerdo con una investigación de Rafael López Méndez publicada en Milenio, la falta de recursos propios ha colocado al ayuntamiento en una posición de alta vulnerabilidad, lo que ha llevado a considerar la intervención del gobierno estatal para evitar afectaciones directas a los trabajadores al cierre del año.

Es decir, Manzo tenía en la quiebra al municipio de Uruapan, mostrando una incapacidad operativa, y eso fue lo que le heredó a su cónyuge Grecia Quiroz, quien hoy es la alcaldesa.
Cuestionado entonces sobre el tema, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, admitió que el caso de Uruapan es el más crítico entre los municipios con problemas de liquidez y lo describió como una “quiebra técnica”.
Pese a ello, el estado, dijo, cuenta con los recursos necesarios para garantizar pagos en sectores estratégicos del municipio y recalcó que no habrá abandono institucional.

“El estado tiene asegurados los salarios, los bonos y el aguinaldo en áreas como salud, educación y la Universidad Michoacana”, afirmó, al tiempo que aseguró respaldo a la presidenta municipal, Grecia Quiroz García, frente a la crisis heredada.


