
La Suprema Corte de Justicia de la Nación entra en una etapa inédita tras la elección popular de sus nuevos ministros.
A partir del 1 de septiembre de 2025, nueve juristas asumirán funciones con el mandato de encabezar un Poder Judicial renovado, resultado de la reforma que redujo de once a nueve sus integrantes y abrió la puerta al sufragio directo como mecanismo de designación.
Los retos son monumentales: revertir el rezago de más de mil 500 asuntos acumulados, preservar la independencia frente al poder político, garantizar acceso a la justicia en un país marcado por la desigualdad y redefinir la relación de la Corte con los demás poderes.
En este tablero complejo, cada ministro llega con una trayectoria que refleja fortalezas y también cuestionamientos, lo que marcará el rumbo de esta nueva etapa judicial.
Hugo Aguilar Ortiz
Fue el candidato más votado y, en consecuencia, asumirá la presidencia rotativa de la Corte durante los primeros dos años. Con formación académica sólida en derecho constitucional, su reto será demostrar que la elección directa no compromete la autonomía de la judicatura y que la conducción política del tribunal puede mantenerse distante de la lógica partidista.
Sara Irene Herrerías
Llega con experiencia en temas de procuración de justicia y derechos humanos, particularmente en casos de violencia de género. Su reto central será trasladar esa perspectiva a los criterios del máximo tribunal, fortaleciendo la justicia con enfoque de derechos sin quedar atrapada en etiquetas ideológicas.
Estela Ríos González
Exconsejera jurídica de la Presidencia, representa el perfil más ligado al oficialismo. Su reto será disipar las dudas sobre su independencia y convencer con resoluciones técnicas que le permitan construir credibilidad como ministra más allá de su cercanía con el Ejecutivo.
Giovanni Azael Figueroa Mejía
Académico especializado en derecho constitucional, representa la voz joven y crítica dentro de la Corte. Enfrenta el desafío de llevar la teoría a la práctica judicial, probando que un perfil académico puede convertirse en un contrapeso real en los debates de fondo.
Arístides Rodrigo Guerrero García
Excomisionado del Instituto de Transparencia de la Ciudad de México, aporta conocimiento en acceso a la información y protección de datos. Su reto será garantizar que la transparencia se consolide como principio rector en la justicia, en un país donde la opacidad ha protegido la corrupción.
Irving Espinosa
Llega con trayectoria en tribunales federales, lo que lo convierte en uno de los perfiles más técnicos del grupo. Su desafío será construir legitimidad desde la imparcialidad y reforzar la profesionalización de la judicatura, en un contexto donde el voto popular lo expuso a la arena política.
Lenia Batres
Reelecta, ha sido una voz crítica contra lo que calificó como excesos de la “élite judicial”. Su reto ahora será equilibrar el discurso político con la responsabilidad de encabezar resoluciones de alta complejidad jurídica, que requieren consensos más que confrontaciones.
Yasmín Esquivel
También reelecta, enfrenta la sombra de las acusaciones de plagio que marcaron su carrera. Su reto será recuperar legitimidad con resoluciones contundentes y bien fundamentadas, mostrando que puede trascender la polémica y contribuir a fortalecer la imagen de la Corte.
Loretta Ortiz
Reelecta y con experiencia legislativa y académica, mantiene un perfil institucional. Su reto será convertirse en puente entre la tradición jurídica y el nuevo modelo de justicia electa, buscando cohesión en un tribunal reducido y con fuertes tensiones internas.