0
0
Enero de 2025 comenzó con la noticia de que fue el mes más caluroso registrado en la historia, con un aumento de 1.75 ° C respecto al periodo preindustrial, según Copernicus, el observatorio del clima de la Unión Europea.
La temperatura media del aire en superficie alcanzó los 13.23 ° Celsius, superando todos los registros de 2024, que ya había sido considerado el año más cálido hasta la fecha.
Ese clima extremo ha tenido graves repercusiones en el hemisferio sur, que se encuentra en plena temporada estival, es decir, la época del año en la cual las temperaturas suben y el clima es más cálido.
En Argentina, los termómetros han marcado hasta 42 ºC; en Paraguay, el 11 de febrero siete localidades establecieron nuevos récords de temperatura, y en Brasil, la sensación térmica podría sobrepasar los 50 ºC.
Para comprender cómo reacciona el cuerpo humano ante tales temperaturas extremas, National Geographic consultó al doctor Natan Chehter, médico geriatra en el Hospital Estatal Mário Covas de São Paulo.
El especialista explicó que el cuerpo humano cuenta con mecanismos para regular su temperatura, lo que implica una vasodilatación para enfriarse enviando más sangre a la periferia del cuerpo.
Mientras que en condiciones normales ese proceso ayuda a mantener la temperatura estable, las personas con problemas de regulación de la presión arterial, como los ancianos o quienes toman medicación antihipertensiva, son más susceptibles a los efectos del calor extremo.
Chehter advirtió que algunos individuos son más sensibles al calor, lo que complica la adaptación a estas condiciones extremas.
