
El gobierno de Donald Trump reanudó la construcción del muro fronterizo en la zona de playas de Tijuana, obra que había sido detenida por la administración Biden hace ocho meses.
Este nuevo tramo busca reemplazar el viejo muro de placas de acero, utilizadas en la construcción de portaaviones durante la guerra de Vietnam, por vallas de 10 metros de altura.
Durante su primera administración, Trump inició la sustitución de la estructura por un muro más alto, y en este segundo mandato se intensificarán esos esfuerzos.
Cientos de trabajadores estadounidenses están operando maquinaria pesada para llevar a cabo la renovación y reparación de las áreas desgastadas del muro.
Las maniobras se están realizando en un área estratégica, cerca de la Plaza Monumental, en la zona de conservación “Cañada de los Sauces Norte”, donde ambas partes de la frontera están resguardadas por autoridades de seguridad.
Del lado mexicano, la Guardia Nacional es la encargada de vigilar la zona.
Las acciones se enmarcan en un conjunto de medidas de contención implementadas por el gobierno estadounidense para hacer frente al flujo migratorio de personas no documentadas que intentan cruzar la frontera.