
Un grupo de científicos realizó un descubrimiento sobre los microplásticos y su impacto en la salud, tras rastrear por primera vez su movimiento en el cuerpo de ratones en tiempo real.
El estudio, publicado en la revista Science Advances, evidenció que las diminutas partículas de plástico, de menos de cinco milímetros, terminan obstruyendo vasos sanguíneos en el cerebro, afectando así la movilidad de los animales.
Utilizando microscopía de dos fotones, una técnica innovadora que permite observar en vivo los efectos de los microplásticos, los investigadores implantaron una ventana transparente en el cráneo de los ratones.
Los animales ingirieron agua contaminada con partículas fluorescentes de poliestireno, un tipo común de plástico, y después de tres horas, se observó que células inmunitarias habían absorbido los microplásticos, quedando atrapadas en los vasos sanguíneos del córtex cerebral.
Aunque algunas obstrucciones se disiparon, otras persistieron hasta cuatro semanas, causando una gran reducción en el flujo sanguíneo y alteraciones en la movilidad de los ratones.
El hallazgo alerta sobre el posible impacto de los microplásticos en la salud humana, ya que Investigaciones previas han detectado la presencia de partículas plásticas en tejidos cerebrales humanos, particularmente en las paredes de los vasos sanguíneos, y estudios anteriores han relacionado su acumulación con un mayor riesgo de infartos y derrames cerebrales.