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Apple prepara el lanzamiento del iPhone 17 Air, un dispositivo que promete ser el más delgado en la historia de la compañía, con un grosor que apenas superará los 5 mm.
Sin embargo, la búsqueda de un diseño ultradelgado podría tener un costo significativo: la autonomía del teléfono.
Filtraciones desde China indican que su batería no superará los 3000 mAh, una cifra notablemente menor al estándar actual de 4000 mAh en smartphones de alta gama.
Aunque Apple suele optimizar de forma sobresaliente la gestión energética en iOS, la reducción tan drástica de capacidad genera dudas sobre su desempeño en usos intensivos.
Analistas advierten que el teléfono podría no alcanzar una jornada completa de funcionamiento, lo que representaría una desventaja frente a rivales que logran más autonomía con perfiles similares o incluso más delgados.
El iPhone 17 Air también estrenará un diseño renovado, con un módulo de cámara en forma de pastilla y un único sensor, recordando a la estética de los Google Pixel 9.
Apple busca con este modelo redefinir el concepto de smartphone ultraligero, apostando por la delgadez extrema como su principal carta de presentación.
No obstante, el riesgo es evidente: si el dispositivo no logra satisfacer las expectativas de duración de batería, su diseño podría convertirse en un arma de doble filo.
Los usuarios, acostumbrados a terminales más equilibrados, podrían castigar a Apple por priorizar la estética sobre la funcionalidad esencial de un teléfono inteligente.
