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Ronald Johnson, el nominado por el presidente Donald Trump para ser el próximo embajador de Estados Unidos en México, declaró este jueves ante senadores que colaborará con el gobierno mexicano en temas de migración, seguridad y otros aspectos de la relación bilateral.
No obstante, el exagente de la CIA y veterano militar no descartó la posibilidad de que Estados Unidos recurra a la fuerza militar unilateral contra los cárteles de narcotráfico en territorio mexicano.
Durante su comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Johnson afirmó que la cooperación con México sería la primera opción para abordar el problema de los cárteles.
Sin embargo, advirtió que el presidente Trump toma “muy en serio su responsabilidad de proteger las vidas de ciudadanos estadounidenses” y que, en caso de que esas vidas estuvieran en riesgo, “todas las cartas están sobre la mesa”.
Algunos legisladores expresaron preocupación por la violencia en México y la respuesta del gobierno, llamando a un mayor diálogo y cooperación.
Johnson reconoció avances bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, pero enfatizó la necesidad de abordar temas como migración, narcotráfico, comercio, seguridad y corrupción.
El nominado también anticipó negociaciones sobre el T-MEC, prometiendo un trato justo para empresas y trabajadores estadounidenses.
Destacó el potencial de México para atraer inversiones en la industria de microprocesadores, trasladando procesos de diseño, ensamblaje y prueba desde Asia.
La experiencia militar y en inteligencia de Johnson, incluyendo su paso como embajador en El Salvador y su trabajo en la CIA, ha generado cautela, sin embargo, hay expertos que sugieren que su perfil podría ser positivo.
