
Las protestas masivas contra la corrupción del gobierno del presidente de Serbia, Aleksandar Vučić, han escalado en las últimas horas.
Imágenes difundidas en redes sociales sugieren que las fuerzas de seguridad serbias han empleado armamento no convencional, posiblemente armas sónicas, para dispersar a los manifestantes.
Los vídeos muestran calles de Belgrado repletas de gente durante los quince minutos de silencio en memoria de las víctimas del accidente ferroviario en Novi Sad.
Instantes después, la multitud se dispersa rápidamente ante la aparente activación de un dispositivo que emite un sonido agudo.
El uso de esas armas, como el Long-Range Acoustic Device (LRAD), es controvertido debido a su capacidad para emitir potentes ondas sonoras que aturden y desorientan a las personas.
Aunque no letales, su mal uso puede causar daños auditivos graves.
Medios serbios informan que el Ministerio del Interior adquirió ese tipo de sistemas hace años, a pesar de que el uso de armas sónicas ya ha generado controversia en otros países, incluido un incidente en Pittsburgh en 2009 durante la cumbre del G-20.
Si bien el objetivo de esas armas es disolver manifestaciones de forma rápida y efectiva, su efecto aturdidor puede provocar estampidas peligrosas.
Organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por el potencial impacto en la seguridad de los manifestantes y la necesidad de una regulación estricta de su uso.