
Guillermo Valencia, alcalde priista de Tepalcatepec, asegura ser víctima de extorsión y amenazas por parte de Los Caballeros Templarios, así como de la orfandad institucional en Michoacán.
En una entrevista que concedió para Sin Embargo, Valencia denuncia que sus antiguos aliados políticos, entre ellos Fausto Vallejo y Jesús Reyna, lo abandonaron ante la presión de grupos criminales.
Asegura que nunca ha tenido relación con líderes del narcotráfico y que ha enfrentado extorsiones y hostigamiento sin recibir apoyo efectivo del gobierno estatal ni federal.
–¿Qué permitió el crecimiento de La Familia Michoacana y de los Caballeros Templarios? –se le pregunta.
–La debilidad institucional –responde– la orfandad política en que vivió Michoacán, la disputa entre el Gobernador Leonel Godoy Rangel [2008-2012] y el Presidente Felipe Calderón Hinojosa [2006-2012], que inició en el estado una guerra contra el crimen organizado y no solamente no los contuvo, sino favoreció su proliferación y el empoderamiento de los grupos criminales en Michoacán. Intervino en plena confrontación con el gobierno del estado y de esa manera no se llegaría a ningún lado.
Su administración enfrentó infiltración policial y constantes riesgos por la violencia en Tierra Caliente.

Valencia insiste en que buscó actuar dentro de la legalidad, rechazando liderar autodefensas y denunciando desfalcos y amenazas, pero reconoce temer por su vida y la de su familia ante el control de los grupos criminales sobre la región.
“Te voy a platicar que cuando yo era chico, cuando tenía cinco años, yo quería ser narcotraficante. Yo veía a los narcotraficantes que tenían las mejores camionetas, las mejores casas, las mujeres más bonitas y uno crecía con la onda esa de querer ser como ellos. Esa fue una de las cosas que orillaron a mi padre a dejar Tepalcatepec para alejarnos de esa pretensión que yo traía de chiquillo”, narra.
Asimismo, defiende su historial administrativo y financiero frente a acusaciones de desvío de recursos y subraya la complejidad de gobernar Tepalcatepec en medio de un contexto de crimen organizado y rivalidades políticas.
–¿Usted quería ser como los Farías? –se le pregunta.
–… Erróneamente, de niño…
–Dicen que infancia es destino.
–Jamás seré narcotraficante. Nunca acaban bien, acaban en la cárcel o muertos.
