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El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a Israel e Irán a respetar el cese al fuego anunciado por el presidente Donald Trump.
A través de un mensaje en redes sociales, Guterres llamó a detener los combates, señalando que las poblaciones civiles han sufrido demasiado. Su declaración alude también a otros conflictos activos, como la guerra en Gaza.
La ONU se ha visto marginada de las negociaciones recientes entre Irán e Israel, desarrolladas principalmente en países del Golfo sin participación directa del organismo internacional.
Guterres enfrenta una compleja situación diplomática, dado que no ha logrado entablar comunicación ni con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ni con el presidente estadounidense.
Por su parte, el gobierno de Israel aseguró que no realizará nuevos ataques, tras una llamada entre Netanyahu y Trump.
No obstante, acusó a Irán de haber violado el acuerdo en al menos dos ocasiones, lo que motivó un ataque aéreo israelí contra un radar en el norte de Teherán. La tregua sigue siendo frágil y su cumplimiento está en entredicho.
El limitado papel de Naciones Unidas en este contexto resalta la crisis de legitimidad que atraviesa el organismo frente a conflictos regionales. Sin canales efectivos de diálogo ni poder de intervención, la ONU observa desde la periferia mientras las decisiones cruciales se toman en ámbitos bilaterales.
La esperanza de Guterres de extender la tregua a otras guerras, como la de Gaza, se enfrenta a enormes obstáculos.
