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Desde abril de 2018 hasta junio de 2025, al menos 70 personas migrantes murieron bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos. México encabeza la lista con 15 connacionales fallecidos, seguido por Honduras y Guatemala.
En 2025, ya se han registrado ocho decesos, incluidos dos mexicanos en Georgia, uno de ellos Jesús Molina Veya, cuyo caso encendió las alarmas diplomáticas.
Molina Veya, de 45 años, murió el 7 de junio en el Centro de Detención de Stewart, operado por una empresa privada, luego de ser trasladado desde una prisión estatal. Fue hallado con una ligadura en el cuello y, aunque se intentó reanimarlo en el hospital, falleció.
La Secretaría de Relaciones Exteriores y la presidenta Claudia Sheinbaum exigieron una investigación exhaustiva y respeto a los derechos humanos de los mexicanos en el exterior.
El otro mexicano muerto en custodia este año fue Abelardo Avellaneda Delgado, de 68 años. Ambos casos ocurrieron en el mismo centro migratorio, donde organizaciones han documentado negligencias médicas y condiciones precarias.
De los 15 mexicanos fallecidos en total, 14 eran hombres; las causas incluyen enfermedades no tratadas, omisiones médicas y deterioro físico prolongado.
El año más mortífero fue 2020, con 18 muertes, incluyendo tres de mexicanos. El patrón de decesos se ha mantenido constante pese a cambios de administración en Estados Unidos.
Estos datos evidencian una crisis humanitaria persistente en el sistema migratorio estadounidense, particularmente en los centros privados de detención, que siguen operando con escasa supervisión pública.
