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La huelga de taxistas en Francia entró en su segundo día con un impacto creciente en la región de París, donde se registraron más de 400 kilómetros de atascos.
Conductores provenientes de diversas partes del país bloquearon autopistas clave y especialmente la circunvalación de la capital, generando una circulación extremadamente lenta por la ejecución de “operaciones caracol”, una táctica de protesta que consiste en avanzar a baja velocidad.
Los taxistas expresan su rechazo a las nuevas tarifas para el transporte de pacientes hospitalarios, cubiertas por la Seguridad Social, al considerarlas insuficientes.
Asimismo, denuncian competencia desleal por parte de los vehículos de transporte con conductor (VTC), cuya presencia consideran perjudicial para su actividad económica tradicional.
El incremento en el número de participantes ha elevado la tensión en la capital francesa.
Se prevé que el movimiento continúe intensificándose en los próximos días, con la llegada de más conductores de otras ciudades, sumando presión a las autoridades.
Los convocantes esperan una respuesta gubernamental que atienda sus demandas y frene el deterioro de sus condiciones laborales.
El día anterior, la movilización derivó en enfrentamientos con la policía, cuando un grupo de taxistas intentó avanzar hasta la sede del Gobierno.
La intervención de las fuerzas del orden dejó un saldo de 64 personas detenidas y evidenció la escalada del conflicto.
