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Un operativo interinstitucional en Zinapécuaro, Michoacán, permitió a fuerzas estatales y federales localizar y desactivar seis artefactos explosivos en la comunidad de San Miguel Taimeo. Los dispositivos contenían entre ocho y diez kilogramos de pólvora negra y estaban diseñados para detonarse a distancia.
El hallazgo obligó a la intervención del Agrupamiento Especializado en Explosivos, que aplicó los protocolos para neutralizar el riesgo. No se reportaron detenidos tras la operación, aunque autoridades confirmaron que en menos de una semana han sido desactivados diez artefactos en la zona.
La presencia de estos dispositivos confirma la capacidad operativa de grupos criminales en Michoacán, donde continúan los enfrentamientos por control territorial. Omar García Harfuch ha reconocido que, pese a avances en seguridad, las organizaciones mantienen estructuras activas en distintas regiones del país.
El hallazgo representa una advertencia: la violencia en el estado sigue mostrando un nivel de sofisticación que desafía a las fuerzas de seguridad.
