
El estado de Texas enfrenta una de sus peores tragedias recientes tras las catastróficas inundaciones que cobraron la vida de 27 personas en el Camp Mystic, un reconocido campamento de verano cristiano ubicado en el condado de Kerr.
Las autoridades locales confirmaron que entre las víctimas se encuentran varios niños, cuyos cuerpos fueron recuperados en medio de un escenario de devastación. En total, el desastre ha dejado más de 80 muertos en distintas zonas del estado.
Las torrenciales lluvias desbordaron el río Guadalupe, arrasando cabañas, automóviles y dejando a cientos de familias en la incertidumbre. La cifra de evacuados asciende a 850 personas.
En otros condados, como Travis, Tom Green y Burnet, se reportaron decesos adicionales, elevando la magnitud de la emergencia. Padres de familia, desesperados, se trasladaron hasta el lugar con la esperanza de encontrar a sus hijos.
El desastre ha puesto a prueba los servicios de rescate y ha generado llamados a una mayor preparación ante los crecientes riesgos climáticos que enfrenta el sur de Estados Unidos.