
En un nuevo episodio del conflicto prolongado en Medio Oriente, Irán lanzó este jueves misiles hacia el centro financiero de Tel Aviv como respuesta a los recientes bombardeos israelíes sobre su territorio, particularmente contra instalaciones estratégicas.
El ataque según fuentes iraníes, busca frenar la ocupación y las agresiones sistemáticas de Israel, agravadas por su ofensiva continua en Gaza.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump, respondió con una advertencia belicista, afirmando que Irán “está a semanas” de construir una bomba nuclear y que Estados Unidos “tiene un plan para todo”.
En lugar de llamar a la desescalada, Trump elogió la “efectiva” ofensiva israelí y exigió una “rendición total” por parte del gobierno iraní.
Desde sectores críticos se señala que estas declaraciones solo alimentan la militarización y refuerzan una narrativa unilateral, ignorando las causas estructurales del conflicto.
Mientras tanto, la población civil, tanto israelí como palestina e iraní, continúa pagando el precio de decisiones políticas que priorizan el poder y la hegemonía sobre el diálogo y la paz.