
Tras los bombardeos de Estados Unidos del 22 de junio contra Fordo, Isfahán y Natanz, el canciller iraní Abás Araqchi afirmó que Irán no renunciará al enriquecimiento de uranio pese a los “graves daños” sufridos; es, dijo, logro científico y asunto de orgullo nacional.
En entrevista con Fox News, Araqchi sostuvo que Teherán está abierto a conversaciones indirectas con Estados Unidos y que cualquier acuerdo futuro deberá reconocer explícitamente el derecho iraní a enriquecer. La agencia atómica evalúa el estado del material afectado.
El ministro se reunirá el viernes en Estambul con Alemania, Francia y Reino Unido para discutir la supervisión de la ONU y pasos de verificación tras la guerra de 12 días entre Irán e Israel en junio. El presidente Donald Trump advirtió que repetirá los golpes “si es necesario”.
El antecedente clave es el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las potencias P5+1, que se desplomó en 2018 cuando Trump retiró a Estados Unidos e impuso sanciones.
Araqchi insiste en que la vía militar no resuelve la disputa; misiles iraníes siguen listos para disuadir nuevas agresiones.