
Israel ejecutó este martes una operación aérea en Doha contra líderes de Hamás, a quienes responsabiliza de la masacre del 7 de octubre y de dirigir la guerra en Gaza.
El primer ministro Benjamín Netanyahu afirmó que la acción fue “totalmente independiente” y asumió toda la responsabilidad.
El gobierno qatarí denunció un ataque “cobarde” contra residencias de dirigentes palestinos que negociaban una propuesta de alto el fuego presentada por Donald Trump.
La ONU y países como Irán, Jordania y Emiratos condenaron la agresión por violar la soberanía qatarí. El príncipe heredero saudí expresó respaldo directo a Qatar.
Paralelamente, Hamás reivindicó un ataque en Jerusalén que dejó seis israelíes muertos. En medio de esta escalada, Israel también anunció nuevas ofensivas en Gaza y mantiene las negociaciones para liberar rehenes bajo mediación internacional.