
En medio de una escalada bélica sin precedentes, el Ejército de Israel confirmó este martes la muerte de Ali Shadmani, jefe del mando operativo conjunto de Irán, en un ataque aéreo sobre Teherán.
Shadmani había sido nombrado apenas días antes para reemplazar a Qolamali Rashid, también abatido por Israel en una ofensiva previa. La información no ha sido aún confirmada por autoridades iraníes.
Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Shadmani era “el comandante militar de mayor rango” y estrechamente vinculado al líder supremo, Alí Jamenei.
El bombardeo, efectuado con base en “información precisa y una oportunidad repentina”, impactó un cuartel general en pleno centro de la capital iraní.
El objetivo, afirman, era desarticular la cadena de mando de las Fuerzas Armadas iraníes.
La estructura atacada es parte del Comando Conjunto Jatam al Anbiya, un ente autónomo desde 2016 encargado de la defensa aérea de Irán.
Shadmani había ocupado cargos clave dentro de esta organización antes de su reciente ascenso.
Su muerte se suma a una serie de asesinatos selectivos de altos mandos iraníes —incluyendo figuras ligadas al programa nuclear— llevados a cabo por Israel desde el viernes pasado.
Los ataques, que han dejado al menos 229 muertos y más de mil heridos en Irán, son parte de una campaña militar intensiva iniciada por el gobierno de Benjamín Netanyahu, quien asegura que Teherán estaba en las fases finales de un plan para desarrollar una bomba nuclear.
En respuesta, misiles iraníes han matado a 24 personas en territorio israelí. El riesgo de una guerra regional crece con cada jornada.