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La Fundación Humanitaria de Gaza, impulsada por Israel y Estados Unidos y al margen de la ONU, comenzó este martes el reparto de ayuda en la Franja de Gaza.
Según el ejército israelí, ya operan dos centros en la zona de Rafah, desde donde se distribuyen alimentos a miles de familias.
El nuevo esquema de asistencia humanitaria ha sido impulsado por Washington en coordinación directa con las fuerzas israelíes y organizaciones civiles estadounidenses.
Pese al anuncio, la operación ha sido fuertemente cuestionada por Naciones Unidas, que duda de la experiencia de esta fundación en labores humanitarias y de su capacidad real para atender la grave crisis humanitaria en Gaza.
La Fundación ha informado que, ante la desesperación de la población, su equipo debió retirarse temporalmente durante la entrega para evitar víctimas, y ha acusado a Hamás de bloquear el acceso a los centros de distribución.
Mientras tanto, la situación en Gaza continúa deteriorándose. Médicos Sin Fronteras denunció que Israel utiliza las órdenes de evacuación como una forma de guerra psicológica y física.
Solo en las últimas dos semanas, se han registrado ocho órdenes de desplazamiento masivo. Estas medidas han forzado a muchos gazatíes a huir hasta en diez ocasiones, generando graves secuelas en su salud mental.
Desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, más de 54 mil personas han muerto, según cifras del Ministerio de Sanidad gazatí.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, alertó recientemente que el 80% de Gaza ha sido convertido en zona militarizada, lo que limita enormemente la ayuda y agrava la crisis humanitaria.
